Esta finca se ubica en la zona central de Georgia, con una superficie de 15 hectáreas dedicadas a la producción de fresas.
Su principal objetivo es comercializar las fresas en el mercado local, aprovechando la gran disponibilidad de agua de buena calidad proveniente de un río de deshielo.
El suelo de la finca presenta altos contenidos de materia orgánica, superando el 5%.
El cultivo de fresas tiene demandas nutricionales exigentes y es altamente sensible a la salinidad del agua de riego.
Por lo tanto, resulta crucial monitorear y controlar la conductividad eléctrica (CE) del agua de riego una vez añadidos los fertilizantes y prevenir precipitados en la tubería de riego.
Para abordar este desafío, se implementó el sistema AZUD QGROW V, que cuenta con tres líneas de inyección, una de ellas diseñada para la aplicación de ácidos u otros productos.
Dado que la finca dispone de mano de obra suficiente y el costo no es significativo, se optó por un equipo de fertirrigación manual. Esta elección facilitó la adaptación y operación del sistema por parte del personal encargado de la finca.
La configuración del equipo permitió un control preciso de la Conductividad eléctrica del suelo (CE) y el pH en el punto exacto donde se inyectan los fertilizantes, garantizando un suministro adecuado de nutrientes para el cultivo de fresas.
La implementación de la solución AZUD QGROW V generó múltiples beneficios: