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Por un sistema de riego más preciso y eficiente
La agricultura es la actividad económica que ejerce una mayor presión sobre los recursos hídricos a nivel mundial. El transporte, distribución y abastecimiento del agua para la actividad agrícola requiere un nivel alto de energía, la cual es una parte fundamental en los gastos financieros necesarios para asegurar la producción.
La mayor conciencia medioambiental, el aumento de los precios de la electricidad en las tarifas y la disminución en la calidad y cantidad del agua han llevado a la búsqueda de soluciones que promuevan el uso eficiente del agua y la energía en las distintas aplicaciones y sistemas de riego agrícola.
La eficiencia en el uso del agua y la energía se define como “la capacidad de emplear la menor cantidad de agua y energía posible para lograr determinados objetivos de producción.” Una mayor eficiencia en el sistema de producción permite lograr un mismo resultado con menos recursos.
“El riego localizado es el sistema de riego que permite un mayor rendimiento productivo y económico y, por tanto, el que mejores valores aporta de los índices asociados a la actividad productiva”
A nivel agrícola, los criterios de diseño de los sistemas de riego deben tener en cuenta de forma más dinámica la disponibilidad de los nuevos materiales y de los productos, el conocimiento de la aplicación y la conciencia ambiental para impulsar la productividad en el uso del agua y energía.
De nada sirve hacer uso de un sistema de riego más eficiente si no se consideran los criterios más adecuados en la fase de diseño de la instalación, la práctica de riego y el mantenimiento del sistema.
Criterios desde la perspectiva de ingeniería de aplicación:
- Diseño de la estructura hidráulica que permita una alta homogeneidad espacial y temporal.
- Reducción los requerimientos de presión operativa, reduciendo así la energía dedicada al transporte, distribución y entrega de la planta del agua de riego.
- Alcanzar un alto grado de homogeneidad en la distribución de la presión espacial en la zona regada y que permite que la planta reciba una cantidad uniforme de agua.
- Riego según los valores nominales de diseño evitando desviaciones que alteren la uniformidad del agua determinada en la etapa de diseño.
- Mantenimiento del sistema de riego por medio de un protocolo de inspección. Garantiza que todos los elementos funcionales cumplan con el nivel y condiciones de operación definidas en la fase de diseño del sistema de riego a través del mantenimiento necesario.
El incumplimiento de estos criterios lleva a una aplicación espacial y temporal desigual en cada parcela. Esto lleva a que se tome una decisión estratégica para establecer los patrones de riego.
Requiere decidir si abastecer agua directamente a las áreas con un suministro más favorecido o aumentar dicho suministro al área del sector de riego de forma completa para que las áreas que reciben un menor abastecimiento de agua no experimenten escasez de agua.
La monitorización por medio de herramientas digitales o drones, junto con los sensores y sondas, permite conocer la distribución espacial del estado hídrico y sanitario de los cultivos.
Estas herramientas, no solo permiten el diagnóstico de las condiciones en las áreas irrigadas, sino también deben usarse como herramienta de diseño para identificar y combinar áreas con características similares y crear nuevas pautas de diseño que permitan una respuesta uniforme de agua al cultivo.
Es responsabilidad compartida de todos los profesionales vinculados a esta industria concienciar a todos aquellos implicados en el uso eficiente de los recursos empleados en las actividades productivas, igual que de informar al consumidor sobre los recursos dirigidos a la producción para que puedan tomar decisiones de cara a su contribución en la huella hídrica y huella de carbono.
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