BioREFINA desarrolla un nuevo modelo circular a través de un sistema de producción in situ de tres tipos de fertilizantes obtenidos con biomasa residual propia.
Las biorrefinerías son instalaciones capaces de transformar biomasa en bioenergía y/o bioproductos de forma sostenible. El objetivo que plantea el proyecto bioREFINA es transformar in situ los restos vegetales generados en las explotaciones hortofrutícolas como, por ejemplo, restos de cosechas, mermas por tamaño o falta de calidad u otros restos orgánicos, en tres bioproductos fertilizantes de alta calidad. De este modo, una explotación hortofrutícola pasaría de comprar fertilizantes a terceros, a producir sus propios biofertilizantes elaborados a partir de sus residuos vegetales, o de su entorno próximo bajo un modelo de economía circular.
Los procesos de biorrefinería se inician con una digestión anaerobia termofílica que permite estabilizar la materia orgánica y reducir el riesgo de contaminación microbiológica. El biogás producido se emplea como fuente de calor renovable para dotar de autosuficiencia energética a los procesos posteriores de transformación del digerido en productos fertilizantes.
La fracción sólida del digerido se transforma mediante compostaje con otros co-sustratos en una enmienda orgánica funcional para mejorar la calidad del suelo y la sanidad vegetal del cultivo; el agua y los nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio principalmente) presentes en el digerido líquido se aprovechan como fertilizante líquido en sistemas de fertirrigación; además, una fracción del digerido líquido se emplea para cultivar microalgas y posteriormente un biofertilizante de base microalgal rico en aminoácidos y hormonas vegetales.
Los fertilizantes obtenidos mediante el sistema bioREFINA destacan por su elevada calidad higiénica y su reducida huella de carbono, características imprescindibles de las frutas y hortalizas que se comercializan en mercados del centro y norte de Europa, especialmente exigentes en este ámbito.
El éxito del proyecto de I+D+i bioREFINA radica en su total alineación con las nuevas políticas de sostenibilidad agrícola basadas en los modelos de bioeconomía, mediante la puesta en práctica un proceso de economía circular a nivel de explotación agroindustrial que, entre otros aspectos, contribuye a la reducción del uso de fertilizantes minerales, mejora de la gestión energética de las explotaciones, mejora de la productividad hortofrutícola, así como a la implementación de un sistema propio de gestión y valorización de residuos.
El proyecto se desarrolla en el marco de la convocatoria del año 2016 de subvenciones destinadas a fomentar la cooperación regional en investigación y desarrollo, Programa FEDER-INNTERCONECTA, del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, y cofinanciado con Fondos Estructurales de la Unión Europea dentro del Programa Operativo de Crecimiento Inteligente 2014-2020.
Junto con AZUD participan en el proyecto bioREFINA:
Con el apoyo de los siguientes centros de investigación: