El maíz es un cultivo de la familia de las gramíneas procedente de América central y con miles de años de antigüedad. La producción mundial aproximada es de 790 millones de toneladas de grano en 158 millones de hectáreas. Los principales productores de maíz son Estados Unidos, China, Brasil, acumulando cerca del 62% de la producción total mundial.
El maíz requiere de climas templados en su fase de crecimiento. Necesita grandes cantidades de luz solar y en aquellos climas húmedos su rendimiento es más bajo. En la etapa de germinación de la semilla la temperatura debe situarse próxima a los 20ºC. El maíz no es resistente a las bajas temperaturas y a las heladas.
El maíz se puede cultivar en un muchos tipos de suelos, sin embargo, se recomiendan los siguientes: Ricos en materia orgánica, profundo, bien drenado (para no producir encharques que originen asfixia radicular) y suelos salinos con buenas características de capacidad de retención de agua.
Existen diferentes tipos de sistemas de riego que pueden ser utilizados en el cultivo del maíz. Cada sistema tiene características específicas que lo hacen más o menos adecuado dependiendo de las condiciones del terreno, el clima y las necesidades del cultivo.
Dependiendo de la variedad cultivada la separación de las líneas puede variar entre 1 y 1,5 m y la separación entre los golpes de 20 a 25 cm.
El maíz es un cultivo exigente en agua en el orden de unos 5 mm al día.
La intensidad de riego varía a lo largo del cultivo. En la etapa de germinación, cuando las plantas comienzan a nacer se requiere menos cantidad de agua pero sí mantener una humedad constante. En la fase del crecimiento vegetativo es cuando más cantidad de agua se requiere y se recomienda dar un riego unos 10 a 15 días antes de la floración.
La fase de floración es el periodo más crítico porque de ella va a depender el cuajado y la cantidad de producción obtenida por lo que se aconsejan riegos que mantengan la humedad y permita una eficaz polinización y cuajado.
Por último, para el engrosamiento y maduración de la mazorca se debe restringir la cantidad de agua aplicada.
El riego por goteo es uno de los sistemas más eficientes para el cultivo del maíz. Este método proporciona agua directamente en la base de la planta, lo que minimiza la evaporación y asegura que las raíces del maíz reciban la cantidad adecuada de agua. Con el riego por goteo, puedes optimizar el uso del agua y mejorar el crecimiento de tus plantas, especialmente en áreas donde la disponibilidad del recurso hídrico es limitada.
Utilizar un sistema de riego adecuado puede marcar la diferencia en la productividad de tu cultivo de maíz. Un sistema bien implementado reduce el desperdicio de agua, mejora la distribución de nutrientes en el suelo y contribuye a un crecimiento más uniforme del maíz. Además, con una gestión eficiente del riego, puedes reducir los costos operativos y obtener mayores rendimientos.
Selección tubería emisora: Amplia oferta que permite garantizar la selección adecuada de la tubería emisora. La combinación entre modelo de emisor, caudal unitario y separación entre estos no solo permite garantizar el suministro de las dotaciones previstas en la estrategia de riego, sino que, además permite garantizar un gran volumen de suelo húmedo disponible para el desarrollo radicular tanto en riego localizado superficial como en Riego por Goteo Subterráneo.
Nutrición vegetal: Junto con la selección adecuada de la tubería emisora, la utilización de equipos AZUD QGROW, para la gestión precisa de las aportaciones de agua y nutrientes, con la información procedente de los sensores de suelo, planta y clima permite: